¡Por fin! Ya tenemos listo el vídeo-resumen de la tercera escena de Bellvitge rol en vivo, titulada Perros callejeros. El vídeo muestra, como siempre, no sólo imágenes de la partida, que se jugó el 15 de febrero de este año, sino también parte de los procesos investigación y trabajo colectivos que posibilitan jugar cada una de las partidas.
Esta escena intenta abordar de manera abierta, compleja y crítica cuestiones que, en cierta manera, son tabú en barrios como Bellvitge, al tiempo que se rescatan otros hechos que fueron igual de relevantes en la vida social del barrio y cuya memoria ha quedado oculta, en gran medida, por los estereotipos que sobre estos barrios se construyeron en los años 80. Uno de estos hechos es la efervescencia cultural que se vivió en las Aulas de Cultura, y en especial en la de Bellvitge, donde la cultura sirvió como forma de expresión democrática y toma de la esfera pública. No deja de ser significativo, y ciertamente triste, que el archivo del Aula de Cultura entre los años 1981 y 1984 sea a día de hoy «inencontrable» (al menos para nosotrxs lo ha sido).
Volviendo al punto anterior, nos parece muy importante tener en cuenta que en los años 80 se dieron, en las periferias urbanas de clase trabajadora, varios procesos y fenómenos sociales que deben ser analizados en conjunto, y no como hechos aislados: por un lado tenemos la relación de los movimientos sociales con los nuevos ayuntamientos democráticos que estuvieron formados, en buena parte, por personas que habían participado en las luchas vecinales, sindicales y políticas durante la dictadura; por otro lado se produjo una fuerte crisis económica que afectó, como siempre, a las clases populares; esta crisis redundó en altos índices de paro juvenil, y probablemente en un aumento de la delincuencia, que coincidieron con la irrupción de la droga; a estos problemas se sumó la construcción colectiva —e interesada— de un imaginario que demonizó y estigmatizó a los barrios obreros de las periferias urbanas como Bellvitge.
Nos parece que todos estos factores sumados funcionaron como un dispositivo de control social que desactivó en alguna medida los movimientos vecinales y en especial a las generaciones que debían haber tomado su relevo. Que nadie vea teorías conspiranoicas aquí: no se trata de encontrar ninguna mano negra, sino de entender los procesos históricos que configuraron el paisaje y la evolución social, cultural y política de barrios como Bellvitge en aquella época.
Esperamos que esta escena sirva para propiciar el debate sobre estos asuntos y no para alimentar un imaginario que, aunque parezca mentira, todavía persiste en algunas personas. Nada más lejos de nuestra intención. Esperamos que os guste 🙂