Cartografies en moviment (Cartografías en movimiento) propone a un grupo de 35 alumnxs de 1º de Bachillerato Artístico del IES Bellvitge y a su tutora, Ana Recio, crear de manera colectiva una cartografía de las instituciones, las prácticas y las experiencias culturales en el barrio de Bellvitge (L’Hospitalet). Esta cartografía se realizará en base a un trabajo de investigación colectiva y por grupos de trabajo. 2012.
La propuesta se enmarca en una serie de acciones y colaboraciones que desarrollaremos en Bellvitge durante el 2013 y en vistas al año 2015, fecha en la que se celebrará el 50 aniversario del barrio. Con motivo de esta celebración varias entidades del barrio están preparando diversas acciones en el marco de un programa de memoria histórica al que queremos sumar iniciativas como Cartografies en moviment. El proceso y el resultado de Cartografies en moviment también entrará en diálogo con el proyecto ¡Cataluña termina aquí!¡Aquí empieza Murcia! del colectivo Sitesize, así como con las experiencias y colectivos que configuran la plataforma Aula a la deriva 2012. En marzo del 2013 se utilizará la sala de exposiciones de L’harmonia como lugar desde el que poner en común el trabajo realizado y facilitar nuevas conexiones con la ciudadanía.
Los barrios de Bellvitge y Gornal de L’Hospitalet -como otros del área metropolitana de Barcelona- son zonas que durante mucho tiempo han sido estigmatizadas; a menudo por arrastrar un imaginario vinculado a las condiciones en que fueron construidos, fruto de procesos migratorios masivos que llevaron al barraquismo y a difíciles condiciones de vida.
Esta situación de empobrecimiento de los años 40 se tradujo en los 60 y 70 en la percepción de estos barrios como peligrosos y marginales, hecho al que contribuyeron los medios de masas como el cine, la prensa o la televisión (en 1977 se estrenó Perros Callejeros, por ejemplo).
En la actualidad se acostumbra a reconocer la lucha de vecinos y vecinas en la demanda de equipamientos como la clave para conseguir que estos territorios no se convirtiesen en guetos. En enero de este año (2012) el diario El Periódico publicaba un artículo titulado El milagro de Bellvitge en el que podía leerse: «La metamorfosis del barrio de L’Hospitalet es un ejemplo sobre cómo combatir la marginalidad» y en el que se razonaba este hecho remarcando la importancia del tejido asociativo.
La situación actual de expolio sistémico vuelve a poner en peligro a estas comunidades: las políticas de austeridad conducen a la cancelación de programas culturales y al cierre de equipamientos o a mantenerlos bajo mínimos. Nos parece necesario que la ciudadanía se organice y sensibilice ante esta situación, y ponga en práctica nuevas formas de gestión de los equipamientos culturales, que integre la cultura en las prácticas sociales y en la cotidianidad de los barrios y que, al mismo tiempo reivindique que se destinen los recursos públicos necesarios para su sostenibilidad. Este enfoque requiere que el tejido social y las entidades de los barrios desarrollen y pongan en práctica nuevos conocimientos, formas de organización y relación; y que es necesario revisar su papel en la construcción de la ciudad desde una perspectiva generacional, transcultural y de género.
A esto podemos sumar el papel que los centros educativos podrían tener en los barrios como productores de cultura y la necesidad de generar diálogos e intercambios entre estas instituciones y el contexto en el que se encuentran.
Las escuelas e institutos son unos de los espacios desde los que se puede fomentar un papel más activo de los jóvenes en la construcción de la ciudad, a partir de una educación crítica y propositiva en relación a sus realidades más inmediatas.
En línea con lo anterior, la cartografía deviene una herramienta para representar, traducir y codificar todo tipo de territorios físicos, mentales y emocionales.
Un punto de partida para ir más alla del mapa y traspasar sus límites.
Como en procesos de trabajo anteriores fomentaremos la creación de espacios de debate y creación colectiva, fundamentados en el diálogo, y en el aprendizaje entre pares, con y de los compañeros y compañeras, donde cada alumnx pueda aportar sus conocimientos e intereses.
· Generar debate y reflexión en el instituto sobre la cultura en el barrio.
· Construir espacios de convivencia desde la pluralidad.
· Profundizar en las conexiones entre prácticas culturales y transformación social.
· Consolidar una red de trabajo, intercambio y aprendizaje entre diferentes entidades, proyectos y prácticas culturales, artísticas y sociales.
· Fomentar el papel de los jóvenes en la construcción de la ciudad.
· Fomentar el papel activo de las instituciones educativas como productores de cultura.
· Profundizar en la participación democrática directa de los y las ciudadanas, y en especial de los jóvenes en los asuntos comunes.
· Conocer la cartografía como herramienta creativa en el campo de la cultura, el arte y la educación.
· Producir cartografías sobre las prácticas, agentes e instituciones culturales del barrio.
· Producir materiales visuales y gráficos que recojan los procesos de trabajo.
· Crear espacios de reflexión y debate sobre temas de interés común.
· Crear herramientas digitales para la comunicación y coordinación de redes locales.
· Presentar públicamente y distribuir el trabajo realizado.
