La primera edición de Zona Intrusa tuvo lugar en 2007 a partir de una iniciativa del Patronat Municipal de Cultura de l’Ajuntament de Mataró (PCAM), que quiere acercar el arte contemporáneo a los institutos de educación secundaria de la ciudad instalando en los patios de los mismos institutos un elemento arquitectónico temporal que contiene una exposición, al mismo tiempo que proponía a los estudiantes una serie de actividades pedagógicas relacionadas. Aquella primera edición estuvo a cargo de Oriol Fontdevila, crítico y comisario de arte independiente.
En Zona Intrusa 2, Oriol Fontdevila ha formado equipo con LaFundició para diseñar y realizar el proyecto curatorial/educativo. Hay que decir que este equipo es pretendidamente transdisciplinar, y hemos borrado completamente la separación entre las tareas relativas al comisariado y las pedagógicas. Nuestra intención a la hora de abordar el proyecto ha sido precisamente la de revisar de manera crítica este acercamiento del arte contemporáneo al contexto educativo y formular una serie de preguntas para el debate colectivo, especialmente con los propios estudiantes: ¿a quién es útil este acercamiento?¿para qué sirve?¿qué consecuencias tiene para la esfera artística?¿y para la educativa?
Asimismo, una de nuestras preocupaciones en el diseño del proyecto ha sido conseguir, en la medida de lo posible, que Zona Intrusa 2 fuese un proceso colectivo en el cual los profesores de los institutos y los artistas y productores culturales participantes dispusiesen de herramientas y contextos con y en los cuales aportar su conocimiento; es por esto que Zona Intrusa 2 incluye un workshop con la participación de profesores y artistas/productores culturales, un sitio wiki (que es al mismo tiempo una herramienta de trabajo, comunicación y difusión del proyecto) y un segundo workshop para planificar la exposición final en el Espai F de Mataró que recogerá el proceso y la experiencia en su conjunto.
Queremos entender Zona Intrusa 2 como un dispositivo que plantea una serie de cuestiones para el debate colectivo, incluyendo en ese debate a los propios estudiantes que participarán finalmente de la experiencia, así como el proceso de negociación sostenido con el PMCAM sobre la propuesta inicial. Debemos insistir en que entendemos el proyecto como un proceso colectivo y no como un ‘servicio’ ofrecido por la administración a los centros educativos, para la ejecución del cual hubiese sido contratado un ‘proveedor’. Queremos rehuir al mismo tiempo un enfoque ‘ilustrador’, según el cual nosotros, como expertos, nos aproximaríamos a los institutos, a los profesores y estudiantes en posesión de un conocimiento ‘válido’ que debe ser ‘aprendido’.
Zona Intrusa 2 tiene por objetivo principal analizar los mecanismos de la producción cultural con el fin de que los estudiantes puedan adquirir herramientas no sólo para hacer una lectura más compleja de las obras expuestas, sino para establecer un mapa de los procesos, estructuras y contextos que intervienen en la valoración de las producciones culturales, de manera que sean capaces de posicionarse críticamente. No se trata de dar claves para entender y disfrutar el arte sino de pensar conjuntamente porqué podría o debería interesar, sin descartar, de entrada, que los estudiantes puedan tener motivos razonables para no estar interesados, entre otras muchas posibilidades. Así pues, Zona Intrusa 2 quiere plantear cuestiones como: ¿Qué producciones culturales son valoradas?¿porqué?¿quién les da valor?¿cómo se hace?¿cuales de estas producciones se considera que han de formar parte o quedar excluídas del curriculum oficial? y de nuevo ¿porqué?¿quién lo decide?¿qué papel juegan los estudiantes en esta decisión?
Así pues, los «contenidos» de Zona Intrusa 2 no han sido escogidos por el equipo curatorial/educativo en base a unos criterios propios de valoración (su valía formal, histórica, conceptual o por ser más o menos «cercanos» a la experiencia de los adolescentes) por el contrario, las producciones culturales seleccionadas constituyen un dispositivo para iniciar el debate en torno a las preguntas más arriba formuladas, en tanto que representan de la manera más clara que nos ha sido posible cuatro ejemplos de obras, formas de autoría y contextos de producción, difusión y recepción bien diferenciados. Se quiere propiciar pues un análisis comparativo que revele los modos en que la cultura se construye mediante procesos sociales e históricos contingentes, y como su valor no es algo esencial, universal o dado de antemano. Los autores/producciones seleccionados son: Efrén Álvarez, Aulabierta, Mary Sue y Antoni Tàpies.
Más información sobre el proyecto y sobre la exposición aquí.