En sus años mozos Tracy ya lo veía venir
No lo decimos nosotros, lo dice la propia artista, como podéis leer en este artículo en The Guardian. Y la verdad es que un poco estúpido sí que parece gastarse 4 millones de libras (que son muchos euros) en comprar una fábrica y devolverla a su estado original, con la intención de frenar el galopante proceso de gentrificación que ha sufrido el east London, en buena parte debido al éxito de los Young British Artists que se instalaron allí a finales de los 80 (entre los que se contaba la propia Tracy Emin). Claro que… cosas más «raras» se han visto en esto de las relaciones entre los artistas y los procesos de «elitización» urbana. Por otro lado esta noticia nos plantea una pregunta cuya respuesta nos resulta insondable ¿¡cuánta pasta ha ganado Tracy Emin, Dios bendito!?