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La propuesta
Des dels blocs se propone como un proceso de creación colectiva de relatos, representaciones y conocimiento sobre un territorio específico de L’Hospitalet: los bloques de La Florida; y a su vez de creación de situaciones y espacios de encuentro y diálogo entre los colectivos diversos que lo habitan.
Inicialmente, proponemos el uso de herramientas gráficas y sonoras (la serigrafía, la radio o el paisaje sonoro) para construir colectivamente esos relatos, conocimientos y espacios de encuentro; aunque el proceso permanece totalmente abierto a las propuestas y aportaciones de quienes en él colaboren.
Desde inicios de 2016 hemos contactado con varios grupos de personas que asisten a diversos espacios del Centre Municipal Ana Díaz Rico: el grupo de mujeres que acuden al taller de manualidades, los jóvenes que asisten al Espai Jove (divididos en dos grupos de 12 a 15 y de 16 a 20 años), las personas que asisten a las clases de flamenco, informática, alfabetización en catalán, el grupo Cinema al barri o las jóvenes que asisten al espacio de refuerzo escolar impartido por la Fundació Pere Closa, dirigido a población gitana de los bloques.
El taller de serigrafía o la propia radio funcionan como espacios de encuentro no segregados en los que compartir y repensar los discursos y las representaciones más extendidos sobre los bloques de La Florida, partiendo también de la propia memoria del barrio y de las historias de vida de sus habitantes. A partir de estos espacios de encuentro queremos abrir el debate a nuevos agentes, tomando el espacio público como un lugar de encuentros inesperados.
El contexto
Los bloques de La Florida fueron construidos en 1955 por la Obra Sindical del Hogar del régimen franquista, que bautizó el barrio con el nombre de Onésimo Redondo. 20 bloques con 816 pisos de 40 m2 en los que se alojaron parte de las familias del Somorrostro y personas llegadas a Barcelona desde diversos puntos de la península. Como muchos de los polígonos de vivienda construidos en las periferias urbanas durante el desarrollismo franquista, faltaban servicios y condiciones urbanísticas mínimas, situación que marcó el movimiento vecinal de los 60 y 70. Las luchas de este movimiento fundamentan una identidad fuerte entre sus vecinos que comienza a cambiar en los 90 con la llegada de las migraciones transnacionales, y que sufre una fractura importante en el momento en que diversos grupos desfavorecidos compiten por unos recursos cada vez más escasos (trabajo, rentas, espacios de socialización, servicios públicos, etc.).