Estatuas humanas en las Ramblas
Leo en el blog de Juan Freire que la revista Fast Company publica en su número de julio el ranking 2007 de las ciudades más creativas, innovadoras y cool-chachi-guays del planeta, lo que ellos llaman «Fast Cities». El ranking ha sido elaborado en base a los estudios del think tank de Richard Florida, el Creative Class Group. Para quien no sepa de qué va todo el sarao, Juan Freire lo explica por encima pero de manera bastante ilustrativa y menciona incluso algunas de las críticas que habitualmente se hacen a la teoría de las ‘ciudades creativas’; entre ellas destacamos la falta de atención mostrada por los gestores/estrategas urbanos hacia los contextos locales para que la población «autóctona» desarrolle su potencial creativo, en pro de mecanismos que buscan atraer a la clase creativa nómada y globalizada. Y no sólo eso, cabe prestar atención a los modos en que estas políticas de ciudad afectan a la población en general, incluidas aquellas personas cuyo trabajo dista mucho de ser creativo.
Pues bien, la gracia de todo el asunto es que el ranking está dividido en varios apartados: ‘mecas de la clase creativa’, ‘aldeas globales’, ‘clusters I+D’, ‘high tech hot spots’… y entre otras cuantas categorías más, está la de ‘centro cultural’, dentro de la que se cuentan Dakar, Miami y… ¡Barcelona! Sí, señor, aquí es donde íbamos a parar… una ciudad en la que «hacia 2010 habrá una estatua a menos de 200 metros de cada residente».
