En palabras del propio Oriol, Art Lovers «presenta dos proyectos [Inventari d’Art de Mireia C. Saladrigues y Sala Miró de Aníbal Parada] que tienen la intención de generar debate entorno a la propia práctica artística, así como se desarrollan en complicidad con agentes que usualmente se han considerado periféricos en la definición de significados del arte contemporáneo: el público de museos, los estudiantes de arte, los aficionados, los coleccionistas… en definitiva las figuras que, nombradas con un apelativo tan edulcorado como es «amantes del arte», en realidad se ha tendido a reservarles una posición absolutamente subyugada en relación al desarrollo del sector artístico.[…] De esta manera, frente a la actitud reverencial y obediente, a menudo silenciosa y distinguida, que se ha procurado que adoptase el público de los museos frente al arte, con Art Lovers se intenta dar pie a otro tipo de aproximaciones a esta práctica […]»
Y ahí es donde, en principio, entramos nosotros en acción a propósito del papel subordinado de la educación artística dentro de los engranajes del mundo del arte. Lo cierto es que, cada vez más, se promueven iniciativas que pongan en relación directa el contexto del arte con el de la educación, especialmente mediante la presencia y la colaboración de artistas en centros educativos (un modelo citado recurrentemente por los técnicos de cultura es el de los Creative Partnerships ingleses). Un tema para el debate será, sin duda, la validez de este modelo y las alternativas que pueden plantearse.
Dicho sea de paso el debate se presenta bajo una cuestión bien simple: «¿en qué se parecen una sala de exposiciones y un centro educativo?«. Una posible respuesta, así a vuela pluma, es que ambos son lugares disciplinares y de control de los saberes, instituciones encargadas de la producción y reproducción del conocimiento válido. A partir de aquí podemos tirar todo lo que se quiera del hilo, y cuestionarnos si determinadas estrategias artísticas actuales (de los propios artistas y de la institución arte) son capaces o no de subvertir este tipo de procesos.
Tan sólo añadir que, aunque de manera tangencial, la charla de hoy tiene como excusa la propuesta de Aníbal Parada para el proyecto Art Lovers, que consiste en derribar uno de los muros de la sala de exposiciones de la facultad de Bellas Artes de la Universitat de Barcelona. No entraremos aquí a valorar esta acción, nos reservamos para esta tarde -si viene al caso- pero cabe señalar que en el blog de L’Espai d’Arts de Roca Umbert se ha montado un animado debate entre y con l+s propi+s alumn+s del IES Celestí Ballera sobre la propuesta tras la visita del propio Aníbal al instituto.