Prado 11 deviene un pequeño laboratorio social y cultural, un lugar en el que experimentar con formas colectivas, horizontales y transfronterizas de relacionarnos, de construir y poner en circulación la cultura y el conocimiento, entendidos estos como recursos de uso común.
Prado 11 está ubicado en el semisótano de un bloque de viviendas de Bellvitge; en el resto de bloques de barrio los semisótanos son empleados como una vivienda más, pero en Prado, dado que el edificio es propiedad de la administración pública local, los semisótanos se alquilan a entidades. Desde 2012 LaFundició tiene su espacio físico en Prado 11, un lugar que se abre para restituir formas de hacer en común que ahora nos resultan extrañas pero que históricamente han formado parte de nuestros espacios de resistencia y potencia. En Prado nos avecinamos y reconocemos en las relaciones de vecindad una forma de creación.
Prado 11 está abierto a las propuestas y la colaboración de lxs vecinxs y de todas aquellas personas y grupos interesados en ideas y prácticas que cuiden la democracia cultural y el sostenimiento de la vida. Un espacio en el que estar —-haciendo algo o no-—, colaborar en alguna propuesta o proponer alguna cosa.
