¿Qué sucedería si pudiésemos desplazarnos en el tiempo hasta el momento en que Miquel Barceló comienza a forjarse como artista y alterar el orden de los acontecimientos de manera que su personalidad fuese otra en el futuro (nuestro tiempo presente)?
Este es el meollo argumental del taller que hoy mismo y hasta el próximo 17 de julio estaremos desarrollando en la Fundació Pilar i Joan Miró a Mallorca. El taller forma parte de la oferta educativa de la fundación para este verano y vine a cuento de la exposición Barceló antes de Barceló (pdf) comisariada por Jaume Reus y Maria Hevia y co-producida por la propia Fundació Pilar i Joan Miró junto a les Abattoirs y Arts Santa Mónica.
Esa cuestión inicial nos llevará a interrogarnos sobre qué significa eso de que hubo un momento en la vida de Barceló en que él no era él mismo, sobre cuáles son los momentos y los mecanismos que definen la identidad de un artista o de cualquier otra persona. En definitiva, a preguntarnos si es posible que uno no haya sido siempre uno mismo.
Sabemos que el pasado del artista, de cualquier artista (y de cualquier persona en realidad) se reconstruye continuamente desde el presente, hay un trabajo de edición sobre la historia de su vida, sobre su biografía, que intenta construir y reforzar su personalidad artística.
Barceló explica que en el año de su nacimiento murió Jackson Pollock y traza así una genealogía, marca su propia personalidad con una serie de atributos (los del genio creador que Pollock encarna ejemplarmente) que son anteriores incluso a su propia persona. Lo cierto es que Barceló nació el año siguiente al de la muerte de Pollock y que ese mismo año también murió Alexander Rodchenko. Frente a la narrativa que nos presenta la personalidad del artista como un hecho idiosincrásico y predestinado, encontramos una elección y el trabajo de un narrador.
Directamente relacionado con esto último nos preguntaremos a lo largo del taller sobre quién explica o nos explica esta historia; quién pretende ofrecernos una imagen unitaria del artista, construyendo laboriosamente el relato de su vida y borrando después las huellas de esa operación; un gesto similar al de subir por una escalera hasta el terrado y hacerla caer de un empujón para eliminar cualquier pista que de cómo se ha llegado hasta allí.
Así pues, durante el taller, dirigido a niñ+s y jóvenes de entre 8 y 15 años investigaremos y crearemos, utilizando diversas herramientas, nuevas historias sobre sus propias vidas y sobre la de Miquel Barceló, historias de las que resulten otros modelos posibles de artista más allá o más acá del genio creador; entre ellas quizás la historia de un Barceló que explica cómo el año en que él nació murió Alexander Rodchencko o un Barceló cuya mayor influencia estética durante la infancia hubiesen sido los Chiripitifláuticos.