La semana pasada se concedieron los Premios FAD 2011 de arquitectura, interiorismo, ciudad y paisaje, intervenciones efímeras y pensamiento y crítica.Ediciones VIB{}K recibió el Premio FAD 2011 de Pensamiento y Crítica por la publicación Arquitecturas colectivas: Camiones, contenedores, colectivos. Recetas Urbanas, en la que participamos con un breve texto sobreprojecte3*/EspaiDer3*. No pudimos asistir a la entrega porque fuimos al pre-estreno de la última película de Harry Potter -es la última por ser la que se ha estrenado más recientemente y porque cierra la saga del conocido joven-aprendiz-de-mago, así que puede decirse que es doblemente la última de Harry Potter…-; pero volvamos por donde íbamos que esto no viene a cuento.
projecte3* proponía a un grupo de alumnxs del Instituto Joanot Martorell deEsplugues de Llobregat diseñar, construir y gestionar un espacio educativo anexo al propio instituto y abierto al contexto. Previamente, y durante todo un curso, analizamos junto al grupo los espacios, las rutinas y los hábitos característicos de la institución educativa. Por aquellas casualidades de la vida, apareció la posibilidad de transformar los deseos y las ideas surgidas de ese trabajo especulativo en algo tangible, en un espacio físico “real”: Santiago Cirugeda, quien colaboraba en el proyecto, había conseguido un lote de viviendas prefabricadas que iban a ser desguazadas y las estaba distribuyendo entre varios colectivos.
Al llegar los tres módulos que formaban la vivienda al instituto, parte de la junta directiva, con el director y el secretario del centro a la cabeza, decidió unilateralmente abortar su descarga e instalación. Como también hemos explicado muchas veces, se convocó en aquel momento una reunión de emergencia, una especie de gabinete de crisis, en el que se pusieron sobre la mesa todas las objeciones imaginables (e inimaginables) para rechazar la colocación de los módulos en el interior o en las inmediaciones del instituto: bajo su punto de vista, los módulos se convertirían en una suerte de atractor de prostitutas, drogodependientes y gitanos rumanos (sic), y además en un insalubre picadero. En esas estábamos cuando el secretario del instituto apuntó algo más: «Lo que no entiendo es porqué el proyecto tiene que ser tan ‘premio FAD’». Decía esto mientras señalaba un mapa elaborado por Recetas Urbanas en el que aparecían los proyectos arquitectónicos que, en colaboración con los distintos colectivos, planeaban realizar empleando las viviendas de marras.
En aquel instante nos cogió por sorpresa la idea sola de calificar algo como ‘muy premio FAD’ -el empleo mismo de esa expresión como calificativo de algo- aunque reconocimos su agudeza conceptual. Más chocante nos resultó que esa cualidad fuese un obstáculo: Aunque para nosotrxs la forma y la calidad estética eran aspectos secundarios, pensábamos estratégicamente que resultarían un atractivo para el centro. Esto es algo que puede apreciarse en los proyectos de arquitectura de Santiago Cirugeda: el valor del render como instrumento de seducción frente a la autoridad competente; y resulta bastante evidente si unx compara el satinado aspecto de sus imágenes generadas por computadora con el look and feel chabolista de sus construcciones.
Supusimos entonces que la crítica venía a denunciar cómo el arquitecto utilizaba el trabajo de lxs alumnxs y la buena voluntad del centro para lucir de manera narcisista sus habilidades artísticas, sin tener en cuenta las necesidades y los deseos de quienes habitarían los espacios proyectados por él.
Pues mira tú por donde projecte3* ha resultado ser, de algún modo, ‘muy premio FAD’, la ironía estriba, ya lo habréis notado, en que el premio es de «Pensamiento y crítica». Lo que esto pueda decir en el “marco dialéctico” que esbozábamos, es algo que dejaremos para otra ocasión…