Haciendo el pino en La Invisible
El pasado mes de abril tuvo lugar el segundo encuentro internacional de creatividad urbana ante la transformación de la ciudad durante las Jornadas Krax 2.0, organizadas por el colectivo City Mined(d), que se centraron en los espacios culturales autónomos. Meses después, y a través de la lista de correo del colectivo nos llega la primera entrega de una serie de entrevistas realizadas a los diversos espacios que presentaron sus actividades y su modo de funcionamiento durante las jornadas.
Los primeros en contarnos su movida han sido la gente de La Casa Invisible en Málaga de la mano del sin par Jorge Dragón. La Casa Invisible es, probablemente, uno de los proyectos de gestión ciudadana autónoma más interesantes del estado español, y un proyecto al que nos une además un pequeño lazo afectivo, pues tuvimos el placer de colaborar allí en la organización de Encuentro3*** hace ahora poco más de un año. Os dejamos pues con la entrevista que han elaborado l+s compañer+s de City Mined(d) después del continue reading.
Durante las Jornadas, hace ya 3 meses, sacamos tiempo extra para entrevistar a los invitados.
La idea era hacer algunas preguntas básicas para ver cómo nos respondían, a las mismas preguntas, personas que venían de contextos culturales/políticos/sociales tan diferentes. Y eso va en sintonía con los objetivos de las Jornadas.
Las entrevistas giran sobre los conceptos/mecanismos de organización interna, comunicación, financiación y el siempre espinoso tema de la clonación del discurso de estos espacios autónomos por parte de las intituciones culturales/políticas formales.
Empezamos a transcribir esas entrevistas y las iremos publicando aquí.
Empezamos por jd, miembro de La Casa Invisible, de Málaga. Empezamos por jd básicamente porque fue el primer archivo que seleccioné…, pero La Invisible también fue la primer presentación de las Jornadas. Y por otro lado, la Casa Invisible es una de las (grandes) razones por las que el tema de este año de las Jornadas fueron los espacios culturales autónomos… olé!
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LA CASA INVISIBLE (MÁLAGA) [jd]
La Casa es un espacio, un organismo vivo alimentado por la energía de cientos de personas que, a su vez, forman parte de distintos colectivos; en mi caso, por ejemplo, tengo un background como artista visual y el trabajo desarrollado en Rizoma, un proyecto de investigación sobre cultura y territorio. La Casa está formada por gente así, cada una viene de sus campos específicos.
Trabajamos en red y estamos conectados con gente de Andalucía y del resto del Estado; es una dinámica propia en la que si bien tenemos una especie de apéndice electrónico -que nos permite estar conectados por mails, comunicandonos online, por teléfono, etc…-, trabajamos en colaboración directa con el resto de los compañeros. La gente propone y colabora: organizando una actividad o como participantes. No veo otra posibilidad de hacer el trabajo sin esa red de apoyos, relaciones y colaboraciones: la clave está en su estructura, sus distintas intensidades, las relaciones que se mantienen dentro y entre ellas, y esas resonancias, la vibración común que se puede dar entre distintos cuerpos. Sin esa conexión entre personas, entre organizaciones, entre lugares, entre ciudades, entre formas de pensar…, no habría manera de trabajar. Sólo somos algo, por decirlo así, un cuerpo, porque estamos trabajando conectados de esa manera.
Antes de que existiera la Casa Invisible nos conocíamos, colaborábamos en distintos proyectos, pero La Casa nos ha dado una especie de presencia… una especie de cuerpo. La Casa nos ha dado la relación física, más allá de la relación de conexión a distancia. Es necesario estar conectados, estar en contacto con gente de todas partes, pero es necesario también verse, hacer cosas juntos… CSO es Centro Social Ocupado, pero en nuestro caso es a la vez CsO: Cuerpo sin Órganos. La Casa funciona como una especie de nodo, que pone en conexión ciertas relaciones, internas y con otros nodos: estas relaciones son lo importante, no el nodo en sí; si fuera al contrario, La Casa habría devenido en institución, en el sentido habitual del término.
-Pero ese nodo está organizado de alguna manera, no?
La organización es mínima, difusa y completamente horizontal. Como sabes, La Casa se ocupó por un colectivo de personas y vecinos que actuaron bajo el nombre de Creadores Invisibles; esa estrategia define muy bien el espíritu de La Casa: no hay cabeza visible en ella; a los que en determinado momento nos pueda tocar ser visibles (hoy me toca a mí estar aquí, pero mañana vendrá otra persona…), actuamos de modo vicario, sustituyendo a quien habla por sí misma, La Casa; entiendo que sólo podemos hablar en verdad de alguna de las cosas que la multiplicidad de La Casa genera y siempre sin pretender representarla como un todo. Sólo La Casa habla por sí misma; los que hablamos por ella, ofrecemos acercamientos, perspectivas, tratamos de ser fieles… en realidad sólo hablamos del particular agenciamiento de la Casa con cada uno de nosotros.
Hay decenas de personas involucradas en la gestión, en la creación de espacios, de actividades; todo funciona por apoyo mutuo y colaboración. Si se propone un proyecto, cada uno colabora en la medida de sus posibilidades. Hay también gente que prefiere cumplir el papel de simple usuario; y hay quien alterna ambos roles.
Todos los lunes hay una asamblea general donde se debaten los temas pero no se vota, no tiene capacidad decisoria inmediata, las decisiones nacen a partir de consensos… En la asamblea se plantea una discusión, y luego, en el espacio entre asambleas, van surgiendo esos consensos, y la gente va transformando sus planteamientos. La Casa nos conforma: estamos para obedecer a La Casa. Un sitio maravilloso para estar, pero sobre todo, un sitio para trabajar.
Hay un sistema de organización mínimo: unos turnos de puerta, unos turnos de mantenimiento de la Casa; también una tetería, una cooperativa de restaurante con comida a buen precio. Ese dinero se revierte en la Casa, para el mantenimiento…
-Y la financiación para las actividades de dónde viene?
De aportaciones personales, el trabajo es voluntario. Y de actividades específicas, conciertos, etc… La palabra subvención no entra ahora mismo en el planteamiento. Planteamos una estrategia de mantenimiento de La Casa, que se quede en Málaga, y hemos presentado un proyecto al Ayuntamiento: que el Ayuntamiento mantenga la propiedad de la Casa y nosotros proponemos los usos.
Se hacen proyectos de carácter cultural, social, etc, que llevan aparejados un presupuesto determinado, y se busca financiación para esos costes que puede ser privada y puede venir también del campo de lo público. Pero es diferente plantearse las cosas en términos de financiación que en términos de subvención. Llevamos un año de actividades continuadas sin pedir ni necesitar subvenciones.
La subvención nace porque hay unos presupuestos públicos a los que se accede por un sistema de concurso. Nosotros nos posicionamos de forma más activa. Planteamos un presupuesto, vemos los costes, y a partir de ahí se busca una financiación, y ahí pueden entrar todo tipo de mecanismos. Entiendo que toda producción cultural debe ser financiada, y todo trabajo que se haga en cultura y en trabajo social debe ser financiado. ¿De qué manera? Eso es lo que estamos discutiendo. Todo el mundo tiene derecho… hay que aspirar a que todo el mundo cobre por su trabajo. [en las reuniones de mayo, un mes después de esta entrevista, se aceptó la posibilidad de esta fórmula, aunque hasta ahora no se solicitado subvención alguna].
-Y por qué la cultura como canal para llegar a la sociedad, como imán, como vehículo?
Bueno, el conjunto de expresiones de la sociedad es lo que forma la cultura; sus costumbres y prácticas, la creación de lenguaje, de maneras de decir, la creación de representaciones. No hablamos nunca de cultura como algo aislado de su contexto, reducida a una cuestión meramente estética. Atendemos de manera natural al contexto social donde nace; no es una decisión estratégica: cultura y sociedad son palabras ligadas, no tienen sentido la una sin la otra.
-En qué escalas geográficas trabajan en La Casa Invisible?
Trabajamos a todas escalas. Estas Jornadas Krax es un ejemplo de conexión internacional, donde el trabajo de Málaga se está poniendo en conexión con el trabajo de México DF o de Mumbai o de Barcelona. No entendemos lo internacional como algo separado. Hay gente que tiene las mismas perspectivas sobre el trabajo en sociedad y cultura, y en ese sentido formamos parte de ese gran río. Nuestro plural son muchos plurales. Compartimos experiencias porque aprendemos los unos de otros.
Ayer me decía una de las compañeras del Patio Maravillas que La Casa Invisible les ha servido a ellas para su desarrollo estratégico; pero La Casa Invisible no hubiera sido posible sin la experiencia de la Casa de Iniciativas, una experiencia de okupación pionera en Málaga. En el salto de la Casa de Iniciativas a La Casa Invisible ha habido una extensión del rol que se juega en la sociedad malagueña. Se ha ampliado el número de grupos y de personas involucradas, y por tanto las perspectivas. Todo lo que vamos haciendo forma parte de un proceso de aprendizaje de especial importancia: entendemos que La Casa Invisible es un espacio de aprendizaje, y este aprendizaje se transmite también para otras experiencias que van naciendo.
Antes hablábamos del trabajo en red y de cómo estamos conectados, hasta el punto de que lo internacional actúa también a escala local. Por ejemplo, mañana, el debate sobre los barrios: evidentemente un barrio de México con dos millones de habitantes tiene características diferenciadas con un barrio de Mumbai, de Barcelona o nuestro barrio de Málaga que no tiene casi población, que dejó de ser barrio y que renace como tal gracias a La Casa. Pero nos es de mucha utilidad comparar experiencias y modos de hacer, situar en el mismo plano realidades diferentes y comparar cómo se actúa en cada caso.
-Les ha pasado que el discurso político/institucional haya clonado vuestro discurso?
Todavía no nos ha pasado, pero ese peligro siempre va a estar ahí. Es algo que puede ocurrir, y que tenemos que saber valorar. Hay que estar vigilante en esas cosas. La creatividad, la creación, la cultura, es, ante todo, creación de lenguaje. Nosotros estamos creando lenguaje mediante signos visuales, mediante palabras, mediante maneras de hacer las cosas. Eso lo transmitimos a nuestro grupo, a nuestros amigos, pero también a gente ajena o con la que no tenemos que ver, también a esas instituciones. Es cierto que parte de ese lenguaje acabará asumido por esas instituciones, pero, lentas por naturaleza, cuando eso llega a ocurrir, ya hemos avanzado y nos encuentran resituados en otra posición; trabajadores del lenguaje, no nos detenemos, el proceso es de creación continuada. Se trata de transformar la relación entre el poder y la ciudadanía, para que sea más horizontal, que el poder esté más distribuido, que obedezca a las necesidades de los ciudadanos…
-Y entonces, cómo es la relación con las instituciones locales y regionales?
La Casa, el edificio, es propiedad de Ayuntamiento, que está tratando de abrir el debate sobre La Casa y el futuro del proyecto a la Junta de Andalucía, a la Universidad y a la Diputación. El Ayuntamiento dice que nuestro proyecto tiene mucho interés, pero quiere el espacio para un proyecto de ellos, sin interés… (risas).
El Ayuntamiento no es un aliado, no participamos de su planteamiento de ciudad: una ciudad escaparate estilo Barcelona, algo que aquí ya está claramente en crisis y que ahora, lustros más tarde, se quiere implementar en Málaga.
Así que de momento estamos negociando nuestro derecho a estar en este edificio, un edificio propiedad del Ayuntamiento que recordemos que es la institución de los ciudadanos ayuntados. Como el Ayuntamiento no nos ofrece espacios de ese tipo en los que podamos desarrollar nuestras iniciativas, hemos ocupado un espacio para hacerlas posibles. La expresión pura de una necesidad que tenía nuestra ciudad. Esta es nuestra legitimidad.
-Y a largo plazo?
El futuro no existe. No me lo planteo… Ahora estamos en una situación delicada, seguiremos con actividades relacionadas con Mayo del 68 y con Mayo de 48 (cuando Israel se instituyó en la Palestina histórica). Pero luego cerraremos temporalmente el resto de actividades. Demasiadas actividades, muchas energías, pocos medios… Entonces abriremos un pequeño periódo de reflexión para plantearnos estos temas de planificación: personalmente soy partidario de hacer menos actividades, de más calado y a medio plazo. Entonces, sí, estamos trabajando en el futuro. Je, el futuro lo estamos haciendo cada día.
Pero claro, es un espacio abierto, habitado por cientos de personas, gente de todos los colores, gente inmediatista, gente que pasa… ¿Cómo vivo eso? Bien, es curioso. Se convive. Es muy fuerte, porque todo se resuelve mediante consenso. La Casa ha creado un buen rollo y un punto entre la gente que hace que los conflictos se solucionen…
La Casa es la que habla siempre, allí las personas somos invisibles. No hay nombres, profesiones, status, curriculums… es La Casa. Ese es el espíritu. Nunca se consigue al 100%, pero por ahí va la historia.
Barcelona, Abril 2008.
Gracias a Nuria Reguero.