250 millones de personas viven fuera de donde nacen. Es un hecho que las personas migran o se ven forzadas a migrar; ante esta realidad, ¿cómo respondemos a ello?
El pasado 26 de junio El Trajín salió de los mercados para llevar a la calle el tema de los cuidados; ¿quién cuida? ¿Quién cuida a las que cuidan? ¿Qué derechos tienen? ¿Cómo se puede responder desde las instituciones y qué espacios de posibilidad existen? Para ello estuvimos acompañadas de unas amigas de lujo y expertas en vivencia sobre el tema: Norma Véliz (Mujeres Palante), Carmen Juáres (Asoc. Mujeres Migrantes Diversas) y Ana Gómez (Iacta Sociojurídica). La charla fue moderada por Eva Alba de Espai Brotes.
Muchas vecinas se acercaron, pero debemos señalar que no todas las que estaban interesadas pues estaban trabajando limpiando casas o cuidando personas.
La charla fue bastante distendida, con afirmaciones y realidades muy impactantes que entraron en diálogo posteriormente con el resto de participantes. Carmen Juares se centró más en compartir la realidad de las mujeres internas, a partir de su experiencia y de las mujeres que forman parte del colectivo. Se cae en el entendimiento de contar con personas dependientes en las familias, que requieren de cuidados casi las 24h del día, pero al tiempo se naturaliza que quien cuida de él, prácticamente sacrifica su vida por la de esa persona. Encerradas, con a penas 1 día libre, y sueldos miserables bajo la excusa de que se da un techo. Vivimos en una sociedad hipócrita que debe autoanalizarse: «Gente que va a las manifestaciones de «Queremos acoger» tiene mujeres trabajando en la casa en condiciones de semiesclavitud».
De esto mismo habló Norma Véliz, con datos de lo que ve día a día en la asociación: el 80% de las mujeres que llegan a Mujeres Palante se dedican a los cuidados. ¿Ya nos va bien que sea así? El oficio que más fácil lo pone a las personas migrantes son los cuidados y el trabajo de limpieza, por lo que la mayoría se ven abocadas a ello ante la falta de reconocimiento de sus estudios y las imposibilidades de la Ley de Extranjería por permitir desarrollar una vida normal. Así pues, la sociedad que «les acoge» les clasifica, a pesar de ser a día de hoy las que acaban sosteniendo las bases de los hogares españoles y catalanes. Un trabajo duro, sacrificado e invisibilizado… que desde la #EconomíaSocialSolidaria intenta revertir pero la misma ley se lo dificulta.
Trabajar sin derechos laborales, algo aberrante sólo bien visto si el sujeto es el «otro»; hablamos de combatir el racismo social que permea/viene establecido en las bases del Estado y todas sus instituciones. Como Ana de Iacta dice: «Las personas migrantes están sometidas a un régimen de excepcionalidad y violencia institucional producto de la legalidad diferenciada que las somete al conjunto de la política migratoria española.» Es obvio que la Ley de Inmigración tiene mucho poder, pero sigue existiendo posibilidad en las administraciones más cercanas (se entiende empáticas), por ejemplo permitiendo el empadronamiento de quien no tiene domicilio fijo, o también respondiendo a los tiempos de las trabajadoras abriendo salas en equipamientos públicos en fin de semana.
Se necesitan espacios de encuentro, para hablar, apoyarse y organizarse… así es como Hospitalet puede convertirse en una ciudad que ponga en el centro los cuidados pero de todas.
Sólo juntas se podrá lograr.
En breve subiremos el audio de toda la conversación 🙂
*Si eres de Hospitalet y estás buscando un lugar de apoyo, asesoramiento sobre regularización de papeles, autoformación… no dudes en acercarte a la Casita de Mujeres Palante (C/Creu Roja 8, Collblanc).
**Charla organizada en colaboración con la XESLH.