Cuarto episodio de la Radio Des dels blocs. En esta ocasión hablamos con algunas de las mujeres del grupo que asiste al espacio de manualidades del Centre Municipal Ana Díaz Rico y que participan en el proyecto Des dels blocs, principalmente en el taller de serigrafía y creación gráfica.
En las entrevistas mencionan su llegada a los bloques —a los que todas, excepto Montserrat y Babli, llegaron tras haber emigrado desde sus lugares de origen en otros puntos del estado español, y alguna de ellas tras haberse instalado en asentamientos informales autoconstruidos en otras partes de Barcelona y su área metropolitana, como la Bomba o el Somorrostro— y expresan sus temores y malestar frente a la situación actual del barrio. En este sentido, la inseguridad, la falta de limpieza y los comportamientos incívicos constituyen un punto central del imaginario que condiciona su día a día, y que asocian de forma más o menos implícita con la presencia en los bloques de nuevos habitantes que han llegado más recientemente procedentes de numerosas partes del mundo.
La presencia de personas también migrantes como ellas, pero con un origen distinto y una pertenencia cultural y étnica también distinta y diversa, se asocia con la quiebra de una comunidad y un tejido social pasados que recuerdan más homogéneos y cohesionados.
En el programa también interviene Babli Jasbir, única mujer del grupo que no es de origen español, quién nos habla de su precaria situación personal: Babli, a la que el resto de mujeres del grupo llaman Alegría, es viuda, tiene 2 hijos, no puede trabajar por motivos de salud y paga una hipoteca de 400 €; recibe una ayuda pública mensual de 475 € así como alimentos de la Iglesia. En contextos urbanos como los bloques de La Florida, la competencia por los cada vez más escasos recursos —espacio, empleo, servicios y ayudas públicas, etc.— constituye un punto de fractura social notable.
La conversación con este grupo de mujeres aflora temas transcendentales para entender la situación actual de contextos urbanos periféricos como los bloques de La Florida que, paulatinamente, están llegando a ser barrios de relegación, en los que se concentran y segregan aquellos grupos sociales con menos recursos, más vulnerables; en estos barrios, las formas de organización características de los entornos urbanos obreros durante los años 60 y 70, son ya casi un recuerdo del pasado, y han venido a ser substituidas por formaciones sociales cada vez más atomizadas.