Buscamos una furgoneta de 1979

En la imagen, por ejemplo, una Citroën 2CV AK400 del 78, pero puede ser cualquier otro modelo de la época. La foto es de Adrian Pingstone.

En la imagen, por ejemplo, una Citroën 2CV AK400 del 78, pero puede ser cualquier otro modelo de la época. La foto es de Adrian Pingstone.

Sí, necesitamos una furgoneta del año 1979 para la escena Trabajos y días de Bellvitge rol en vivo: se trata de la furgo en la que uno de los personajes, que trabaja para una empresa textil, transporta piezas de ropa que varias vecinas de Bellvitge cosen en casa.

Durante la escena la furgo estará aparcada frente al Mercado de Bellvitge y no tendrá que moverse (ni explotar, atravesar escaparates, chocar con otros vehículos, terrazas de restaurantes o puestos de fruta).

Si alguien se anima, que sepa que la revista digital Furgoperfecto.com (www.furgoperfecto.com) realizará un extenso reportaje sobre la furgo y su propietario. ¡Vamoooo!

Luchas autónomas en los años 70

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Como mencionábamos en el texto completo de introducción a la escena Trabajos y días de Bellvitge rol en vivo, la bibliografía sobre el autonomismo en el estado español no es muy extensa. Entre ésta cabe señal Las luchas autónomas en los años setenta editado por Traficantes de Sueños en 2008 y coordinado por el colectivo Espai en blanc. Destacábamos en concreto el capítulo escrito por Felipe Pasajes en el que habla específicamente del movimiento autonomista en Barcelona entre los años 1964 y 1973.

Os dejamos el enlace a la web de Traficantes de Sueños, donde está disponible para comprarlo y contribuir a la sostenibilidad de este proyecto editorial cooperativo 😉 o para descargarlo libremente (con o sin donativo).

¡En Barcelona también podéis acercaros a librerías como Rosa de Foc, El Lokal, La Ciutat Invisible o La Caníbal, donde seguro que lo encontrareis!

13/06/2015, ¡nueva partida!: ‘Trabajos y días’

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La identidad de Bellvitge está ineludiblemente ligada al trabajo de un modo u otro. La próxima partida de Bellvitge rol en vivo, que jugaremos el próximo sábado 13 de junio, trata sobre eso, sobre el trabajo y los días.

El propio origen de Bellvitge —y de tantos otros polígonos de vivienda de las periferias urbanas en todo el estado español— está vinculado a los millares de personas que emigraron en los 60 y 70 hacia los núcleos urbanos para trabajar en las fábricas. En ese momento histórico, en el cinturón industrial de Barcelona, resurge un movimiento obrero ahogado durante décadas por el franquismo. Sin embargo, existe otra esfera del trabajo, principalmente feminizado, que no figura en las crónicas y que no se reconoce suficientemente como un elemento esencial en la constitución histórica de Bellvitge: toda la ingente cantidad de trabajo que las mujeres realizado en el ámbito doméstico —tanto el trabajo reproductivo y de cuidados como el trabajo productivo sumergido y externalizado por las empresas—.

En Trabajos y días queremos construir colectivamente un relato sobre esta cuestión y os invitamos a acompañarnos el sábado 13 de junio a las 12h en el Mercado Viejo de Bellvitge y jugar con nosotrxs. De nuevo contaremos con la colaboración del grupo de mujeres de la Parroquia Mare de Dèu de Bellvitge, a las que en esta ocasión se unirá el grupo de teatro del Akelharre Jove y la Asociación de Vendedores del Mercado Municipal de Bellvitge. Como siempre, contaremos con la colaboración del Club de rol Necronomicon’s y además, en esta ocasión, la partida coincidirá con la ya tradicional Festa del Sol organizada por diversas entidades del barrio: AVV de Bellvitge, Tallers Bellvitge, Comissió de Festes de Bellvitge – La Marina, Kampi ki pugui y la Saboga.

+Info

Trabajos y días (1979)

Hoy es 1 de agosto de 1979. Manuel López Lozano, primer alcalde democrático de Abrera, una pequeña población del Baix Llobregat, se encuentra en estos mismos instantes hospitalizado. Sufre daños probablemente irreparables en la médula espinal causados por un disparo, cuentan que accidental, efectuado por un agente de la Guardia Civil. El desafortunado hecho se produjo dos días antes, cuando Manuel intercedía entre los trabajadores de la empresa K-Mobel y la Guardia Civil: Al llegar a la fábrica encuentra las naves rodeadas por unos 30 efectivos del cuerpo. En el interior, los trabajadores retienen a dos administrativos y al gerente de la empresa como medida de presión para que les sea abonado el sueldo de tres semanas y la paga de julio. Manuel consigue que los trabajadores liberen a los rehenes y que el gerente se quede voluntariamente para solucionar el problema. Se comunica también, por teléfono, con el Comandante de la Guardia Civil, quien le asegura que ha dado orden a sus efectivos de que abandonen el lugar. Mientras transcurre esta conversación telefónica un agente dispara accidentalmente su fusil mientras intenta forzar una puerta de entrada y hiere gravemente al alcalde.

Al día siguiente se produjeron en todo el Baix Llobregat diversas acciones de repulsa por los hechos. La incerteza sobre el estado de Manuel López Lozano, miembro del Partido Comunista y de CC.OO., así como las informaciones imprecisas sobre los motivos del altercado han tensionado el ambiente en todo el cinturón industrial de Barcelona. En Abrera hubo una auténtica huelga general y en toda la comarca se produjeron paros y asambleas. En la factoría de SEAT, con 30.000 trabajadores, muchos de ellos vecinos de Bellvitge, se organizó una asamblea informativa en la que participó un concejal de Abrera.

La masiva y contundente respuesta social al incidente de Abrera constituye una prueba del compromiso político y el papel relevante de los movimientos obreros, en solidaridad y simbiosis con el asociacionismo vecinal, durante el período de transición democrática. Este papel es a menudo relegado a un segundo plano en los discursos preponderantes sobre la transición democrática y quizás aún no se ha profundizado suficiente en su estudio. Barris, veïns i democràcia (L’Avenç, 2014), escrito por el periodista e historiador Marc Andreu, constituye, por ejemplo, uno de los esfuerzos recientes para recuperar esta memoria en la ciudad de Barcelona.

El día anterior, CC.OO., UGT y CSUT han convocado para hoy, en toda Catalunya, un paro de cuatro horas con asamblea que en diversos casos terminará con concentraciones delante de los ayuntamientos. Los trabajadores de SEAT y otras importantes empresas de la Zona Franca atraviesan Bellvitge camino del de Hospitalet. Un grupo de trabajadores, vecinos de Bellvitge, comenta el incidente cuando advierten, a su paso por el mercado, que una mujer discute acaloradamente con un joven. Se acercan para ver qué sucede: al parecer el joven trabaja para una empresa textil, cada semana llega al barrio con su furgoneta para entregar piezas de ropa que la mujer coserá en casa y recoger las piezas ya terminadas. El joven le ha comunicado una rebaja en el precio que la empresa pagará por cada pieza cosida, lo que ha suscitado las protestas de la mujer ¿Cómo terminará la discusión?

En los 70, los bajos salarios obligaron a muchos trabajadores a hacer una gran cantidad de horas extra, en muchos casos para poder pagar las hipotecas de los pisos adquiridos en barrios y polígonos de vivienda como Bellvitge. Las mujeres, mayoritariamente dedicadas al trabajo doméstico, reproductivo y de cuidados, se integraron también en la producción como fuerza de trabajo externalizada, casi siempre en condiciones de extrema precariedad, sin garantías sociales y sin posibilidad de organizarse colectivamente. Coser o rematar ropa, pieles o pedrería, ensobrar cromos, montar hebillas de cinturones, bolígrafos, pintar Airgam Boys, soldar circuitos electrónicos… las más variopintas tareas que podían realizarse en casa, fuera de las fábricas y talleres. Podríamos entender esta fragmentación del proceso productivo, así como la precarización y el aislamiento de las trabajadoras, como una expresión post-fordista del sistema capitalista, que avanzaba ya en los años 70 un modelo y unas formas de subjetividad ampliamente extendidas en la actualidad. No obstante, estas formas de trabajo y explotación fueron omitidas por las corrientes principales del movimiento obrero y no se hizo ningún esfuerzo por analizar el fenómeno y luchar por la mejora de las condiciones laborales de estas mujeres.

Por otra parte, se ha estudiado extensamente la historia de los movimientos obreros y el sindicalismo en Catalunya. El propio movimiento obrero, asociado al trabajo fabril realizado mayoritariamente por hombres, dispone de instrumentos para preservar su memoria. Sin embargo, el trabajo necesario para la propia reproducción social realizado por las mujeres, que incluye la atención y los cuidados, la educación y el apoyo afectivo, el mantenimiento de los espacios y los bienes domésticos, no sólo carece de un reconocimiento económico, sino que carece también de una memoria y un relato socialmente compartido. En las ocasiones en que se visibiliza el papel de las mujeres en el barrio —con motivo del 8 de marzo, por ejemplo— se valora su abnegación y sacrificio, sin entrar a denunciar los mecanismos de dominación que condicionaron —y condicionan— la vida de las mujeres y por los que se vieron forzadas a ‘sacrificarse abnegadamente’ por sus maridos e hijos.

A su vez, la memoria del movimiento obrero tiene sus propias lagunas: uno de los fenómenos quizás menos reconocidos de aquella época a la que hace referencia la escena Trabajos y días, en que se consolidaron las formaciones sindicales tal y como las conocemos hoy en día, es el del autonomismo obrero. El Baix Llobregat fue uno de los puntos de todo el estado español en el que más relevancia alcanzó este movimiento a través de los GOA (Grupos Obreros Autónomos). En el libro Luchas autónomas en los años setenta publicado por la editorial Traficantes de Sueños en 2008, Felipe Pasajes firmaba un extenso artículo titulado Arqueología de la autonomía obrera en Barcelona (1964-1973) en el que relata los orígenes y la evolución del movimiento. El autonomismo sería definitivamente liquidado en 1980 —menos de un año después de los acontecimientos que se reconstruyen en Trabajos y días— con la firma del Estatuto de los trabajadores por parte de los sindicatos mayoritarios y que refrendó la muerte legal de las asambleas autónomas.

Taller de diseño especulativo, colaboración con BAU

Gracias a la invitación de Jaron Rowan y Carla Boserman, profesores de BAU – Centro universitario de diseño de Barcelona , los pasados días 6 y 11 de mayo realizamos sendas sesiones de trabajo con dos grupos de alumnos de segundo curso del Grado de diseño. Jaron y Carla proponen cada año a sus alumnos un bloque de diseño ficción. El objetivo es investigar a través del propio diseño: que los objetos propuestos sean los que medien e intervengan en la realidad y consideraron que vincular uno de los ejercicios al proceso de Bellvitge 2065 podría ser interesante porque, además de ofrecer un marco ficcional elaborado (el guión de la escena), proponía también un contexto concreto en el que intervenir como es el barrio de Bellvitge. La propuesta, elaborada entre Jaron y Carla conjuntamente con LaFundició, consistía en realizar diversos diseños especulando con la trama de Bellvitge 2065, la partida de Bellvitge rol en vivo que tiene lugar en el futuro. Los cuatro objetos que los alumnos y alumnas debían diseñar divididos en sendos grupos eran:

  • Una encuesta de la «Comisión de limpieza estética» encargada de engalanar Bellvitge en la boda de la Reina Leonor con Google en 2065.
  • Un anuncio de una promoción inmobiliaria de viviendas de lujo situadas en el futuro complejo del biopoL’H.
  • Un folleto de fiesta del 50 aniversario de la ocupación de Cal Trabal.
  • Un mapa turístico del complejo monumental que en el futuro conforman los bloques de Bellvitge y la ermita.

Si alguien se pierde, no se preocupe, en breve publicaremos los detalles de la trama de Bellvitge 2065 que incluye, de todo, conspiraciones, distopía, emprendehomeless…

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Contamos con cuatro horas y durante la primera tratamos de explicar como buenamente pudimos Bellvitge rol en vivo y la trama de la escena de escena Bellvitge 2065, durante la siguiente se trataba de diseñar los materiales. Finalmente nos desplazábamos a Bellvitge y testeábamos los diseños con los vecin+s del barrio interactuando desde la ficción como personajes venidos del futuro. Al final de cada una de las sesiones se realizó una valoración, surgiendo cuestionamientos tanto del marco de trabajo como de los imaginarios que pueblan Bellvitge que también fueron interesantes.

En LaFundició parece que nos estamos acostumbrando a unos tiempos de trabajo cada vez más pausados. Quizá por eso nos habría gustado poder disponer de algo más de tiempo, tal vez una sesión más con cada grupo. Con todo, de los momentos de especulación han surgido sugerentes propuestas en torno a detalles de los diferentes arquetipos que pueblan el futuro en Bellvitge 2065 que incorporaremos al guión y a la ambientación de la escena y que agradecemos a los profes y alumnos de la BAU. Recordaros que seguimos trabajando con unos supuestos parecidos en el Taller de costura especulativa que todos los sábados de 11:00 a 14:00 estamos realizando en el espacio físico junto a Jess Espinoza.

‘Boicot a las obras’ ¡la película!

¡Ya tenemos el vídeo de la segunda escena de Bellvitge rol en vivo: Boicot a las obras!

La escena reconstruye uno de los episodios más relevantes de la memoria colectiva de Bellvitge: la campaña Ni un bloque más de 1976, con la que los vecinos y vecinas se opusieron, mediante una intensa y prolongada protesta, pero también con la elaboración de propuestas alternativas y la acción directa, a la construcción de 33 nuevos edificios en el barrio. Los vecinos y vecinas sufrieron una dura represión, pero sin duda, la unión y la convicción con la que defendieron su postura impidió la construcción de 29 de los edificios planificados y la consiguiente masificación del barrio y la conquista de zonas verdes y equipamientos.

Asimismo en la escena se aborda paralelamente la lucha por la guardería Tin tin, uno de los tan reclamandos equipamientos, impulsada por un grupo de jóvenes profesionales comprometidos con el barrio y con la educación.

Episodios como este forjaron la identidad colectiva de muchos barrios en el estado español durante los últimos años de la dictadura y la transición: historias que nos hablan del carácter combativo y la dignidad de los barrios obreros de las periferias urbanas. No obstante, podemos entender que este relato épico y hegemónico, escamotea de alguna manera la complejidad del momento histórico y la diversidad del entramado social y político, así como el devenir de los movimientos vecinales desde aquellos años hasta la actualidad: Las mejoras de las condiciones de vida en Bellvitge en los últimos 50 años son patentes —a pesar del imaginario negativo que en diferentes momentos a lo largo de estos años se ha construido sobre estos barrios—, pero también podemos preguntarnos ¿qué se ha perdido en los barrios de las periferias urbanas?¿qué formaciones culturales, modos de organización social y agencia política han perdido su potencia en barrios como Bellvitge?

Sin duda, es necesario celebrar la memoria de estas luchas, pero también nos parece necesario ver de qué manera actúa y puede actuar dicha memoria en nuestro presente.

Una vez más aprovechamos la ocasión para agradecer su colaboración a todas aquellas personas y organizaciones que participaron en la escena ¡muchas gracias! 😀