Boicot a las obras: contexto histórico

Finales de 1969
La creación de la Comisión de la Luz da inicio al ciclo de luchas históricas del barrio durante la década de los 70.
Noviembre de 1972.
Un grupo de profesionales funda la Asociación Católica de Padres de Familia como tapadera legal para abrir una guardería que responda a las necesidades del barrio.
Marzo de 1973
Aprobación provisional del nuevo Plan Comarcal.

1974
Constitución de una comisión mixta con ICC y el Ayuntamiento para el estudio de las deficiencias en servicios y equipamientos.

Junio y Noviembre de 1974

Movilizaciones en defensa de la Guardería Tin tin.

Marzo de 1975
Suspensión de las licencias de construcción en Bellvitge durante un año decretada por el Ayuntamiento.
Noviembre de 1975
Asamblea de vecinxs para la elaboración de un Plan Parcial propio. Inicio de la campaña «No más bloques».

20 de noviembre de 1975
Muere Franco.

Finales de 1975

ICC inicia la construcción de 2 torres bajo pretexto que había obtenido la licencia para edificarlas antes de la suspensión de marzo.

Finales de 1975 a enero de 1976
Acciones de protesta y sabotaje de las obras duramente reprimidas por la policía.

Abril de 1976
Movilizaciones en defensa de la Guardería Tin tin.

Julio de 1976
El rey nombra a Adolfo Suárez presidente del gobierno; se inicia la transición.

Mayo de 1977
Aprobación del Plan Parcial elaborado por lxs vecinxs. Se suprimen 29 edificios de los 33 previstos. División vecinal entre los grupos “moderados” mayoritarios que aceptan el acuerdo y grupos “radicales” minoritarios que exigen que no se construya edificio alguno.

Junio de 1977
Legalización de los partidos políticos. Elecciones a la Asamblea Constituyente.

Boicot a las obras: ejes de conversación

  • Boicot a las obras remite al relato épico, común y compartido del barrio, aquel que ha construido su identidad, que representa la lucha de las clases populares contra la especulación inmobiliaria y la guetificación que segregaba las oleadas migratorias de los años 50 y 60 en los polígonos de viviendas de la periferia.
  • En este relato rara vez aparecen las tareas, mayoritariamente feminizadas, necesarias para reproducir y sostener la vida. A su vez, invisibiliza la desmovilización del asociacionismo vecinal una vez restaurada la democracia.
  • Ya en los años 80 y bajo mandato socialista, las políticas culturales democratizaron el acceso a la cultura, pero de rebote neutralizaron aquellas experiencias de autoorganización ciudadana en la gestión de la vida social y cultural de los barrios.
  • La democracia se instauró al precio de un consenso que no era tal. El nuevo “espacio de convivencia y libertad” que ésta abrió, opuesto a la polarización ideológica que había llevado al país a la confrontación, se sustenta en un régimen hegemónico de representación.